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La AN juzga desde este lunes a un hombre acusado de combatir para la antigua rama de Al Qaeda en Siria
La Audiencia Nacional (AN) juzga desde este lunes a Mohamed Aharchi, un hombre de nacionalidad marroquí acusado de formar parte del Frente al Nusra –antigua rama de Al Qaeda en Siria–, para quien llegó a combatir en “primera línea de frente” en “numerosas ocasiones”. La Fiscalía pide que sea condenado a 9 años de cárcel por un delito de integración en organización terrorista.
En su escrito de acusación, al que ha tenido acceso Europa Press, el Ministerio Público plantea que, de forma subsidiaria, sea condenado a 8 años de cárcel por un delito de capacitación y adiestramiento militar y de combate en concurso real con un delito del artículo de desplazamiento y establecimiento en territorio controlado por un grupo un organización terrorista.
La Fiscalía indica que Aharchi, “como consecuencia de un profundo y larvado proceso de radicalización, gestado entre 2011 y 2014, tras su captación y posterior adoctrinamiento en redes sociales, se adhirió al grupo de ideología salafista Ahrar al Sham, bajo la sistemática promesa de una vida mejor en el paraíso tras la muerte por causa de Alá”.
En 2015, dio un paso más, viajando para “participar de forma activa en el conflicto sirio-iraquí”. Sin embargo, un año después perdió “el aval personal que tenía para permanecer en dicho grupo” y se unió al Frente al Nusra, ya que era la única organización terrorista que aceptaba combatientes extranjeros. Fue allí donde “recibió capacitación y entrenamiento militares para la realización de acciones terroristas”.
En el Frente al Nusra “desempeñó diferentes funciones al servicio de la organización terrorista, desde funciones de seguridad y control de acceso en el cuartel general de Yisir AlShugur, a adquirir experiencia de combate en la zona, donde militó activamente como ‘muyahid’ (combatiente yihadista)”. De hecho “fue destinado en numerosas ocasiones a primera línea del frente”, resalta Fiscalía.
Tras una serie de escisiones internas acabó uniéndose a otro grupo terrorista y en 2019 acabó saliendo de la zona de conflicto, aunque seguía “plenamente adherido a los postulados yihadistas más radicales y en contacto con combatientes con los que compartía ideología” mediante el uso de canales encriptados.
DE PROFESIÓN, ‘MUYAHID’
A través de dichos canales, apunta la Fiscalía, Aharchi publicó “numerosos recursos dirigidos a los combatientes yihadistas entre los que pueden observarse textos que indican que luchar en la guerra de Ucrania podría ser una opción para los combatientes yihadistas” retornados.
Además de “sus acciones directas en la zona del conflicto, bajo los dictados y premisas de su organización y asumiendo completamente su ideario, también realizó actividades de propaganda en redes sociales, incitando a reacciones violentas por parte de sus simpatizantes y seguidores”, añade Fiscalía.
De acuerdo con Fiscalía, en junio de 2022 decidió volver a la zona de combate “de forma coordinada con otros combatientes terroristas extranjeros”, pero cuando estaban llegando a su destino fue interceptado por las fuerzas de seguridad alemanas, que después de incautarle el teléfono móvil le expulsaron del país.
Entre el material encontrado en su móvil destaca una fotografía del certificado de nacimiento de su hijo expedido en zona de combate en el que en el apartado “profesión del padre” hace constar “muyahid”. Tras pasar un tiempo escondido, finalmente fue detenido en agosto de 2022.